Elegir los colores adecuados para tu ropa puede realzar tus rasgos naturales y potenciar tu estilo personal.
El primer paso para elegir bien los colores que vistes es identificar tu tono de piel. Generalmente, las pieles se clasifican en cálidas, frías o neutras. Las pieles cálidas tienden a lucir mejor con colores tierra como terracota, mostaza y verdes oliva. Las frías se favorecen con tonos como azul, gris, rosado y morado.
Para determinar tu subtono, observa las venas en tu muñeca. Si se ven verdosas, tu tono es cálido; si son azules o violáceas, es frío. Si no puedes distinguirlas claramente, podrías tener un subtono neutro, lo que te da la ventaja de lucir bien con casi cualquier color.
Una vez definido tu tono, puedes crear combinaciones armónicas eligiendo colores complementarios o análogos. Por ejemplo, si tu piel es fría, un conjunto en distintos tonos de azul puede darte un look sofisticado y fresco. Si es cálida, puedes jugar con una paleta otoñal que resalte tu calidez natural.
El conocimiento del color no solo ayuda a vestir mejor, sino también a transmitir emociones y mensajes con tu imagen. Experimenta, prueba y descubre qué colores te hacen sentir mejor.